Un estudio reciente encontró que más del 75% de las mujeres embarazadas experimentan dolor lumbar, dolor pélvico o una combinación relacionados con el embarazo y que este dolor aumenta a medida que avanza el embarazo. La atención quiropráctica es una forma segura, eficaz y sin medicamentos de controlar estos y otros síntomas musculoesqueléticos durante el embarazo. Los cambios biomecánicos normales durante este tiempo pueden resultar en malestar y dolor durante el embarazo y el parto. Estos cambios incluyen aumento de peso, desplazamiento anterior del centro de gravedad, aumento de la lordosis lumbar y laxitud de los ligamentos lumbopélvicos; así como cambios posturales y alteración del patrón de la marcha. Para muchas mujeres embarazadas, los dolores y molestias en la espalda baja y las caderas son parte de la experiencia. Aproximadamente el 50% de las mujeres embarazadas experimentará dolor de espalda en algún momento antes del parto.
¿Es seguro ver a un quiropráctico durante el embarazo?
El cuidado quiropráctico es el mantenimiento de la salud de la columna vertebral y el ajuste de las articulaciones desalineadas. No implica medicamentos ni cirugía. Es un tratamiento para reducir el estrés del nervio espinal y promover la salud en todo el cuerpo.
Todos los días se realizan más de 1 millón de ajustes quiroprácticos en todo el mundo. Durante el embarazo, se cree que la atención quiropráctica es segura. Pero siempre obtenga la aprobación de su médico antes de consultar a un quiropráctico durante el embarazo.
¿Cómo puede ayudar la atención quiropráctica durante el embarazo?
El cuerpo experimenta una gran cantidad de cambios, algunos de ellos tendrán un impacto en su postura y comodidad. A medida que su bebé se vuelve más pesado, su centro de gravedad cambia y su postura se ajusta en consecuencia. Estos cambios físicos durante su embarazo pueden provocar una columna o articulaciones desalineadas. Otros cambios que puede sufrir:
- Un abdomen protuberante que provoca un aumento de la curva de la espalda.
- Cambios en la pelvis a medida que su cuerpo comienza a prepararse para el trabajo de parto.
- Adaptaciones a su postura.
Las visitas regulares a un quiropráctico durante su embarazo pueden abordar estos problemas. Un estudio médico y quiropráctico en colaboración reveló que el 75% de las pacientes embarazadas de atención quiropráctica informaron alivio del dolor. Además, los ajustes diseñados para restablecer el equilibrio y la alineación de la pelvis y la columna harán mucho más que simplemente hacer que se sienta mejor. La atención quiropráctica también puede ser beneficiosa para su bebé.
Los quiroprácticos están capacitados para localizar y corregir disfunciones articulares aplicando un movimiento suave y dirigido a la columna vertebral y las extremidades del cuerpo, donde y cuando sea necesario, restaurando la función articular adecuada y mejorando la comunicación nerviosa en todo el cuerpo. Esta técnica no invasiva se conoce comúnmente como ajuste quiropráctico.
¿Es la atención quiropráctica beneficiosa para su futuro bebé?
Una pelvis que no está alineada puede restringir la cantidad de espacio disponible para su bebé en desarrollo. Cuando una fuerza externa obstruye los movimientos normales de su bebé en crecimiento, se conoce como restricción intrauterina. Esto puede provocar defectos de nacimiento.
Otra complicación que puede presentar una pelvis desalineada se relaciona con el parto. Cuando la pelvis no está alineada, su bebé puede tener dificultades para moverse a la mejor posición para nacer, que es mirando hacia atrás y con la cabeza hacia abajo.
En algunos casos, esto podría afectar la capacidad de una mujer para tener un parto natural y no invasivo. Una pelvis equilibrada también significa que su bebé tiene menos posibilidades de moverse a una posición de nalgas o posterior. Cuando su bebé está en una posición de parto no óptima, puede provocar un parto más largo y complicado.
Otra evidencia apunta a mejores resultados en el trabajo de parto y el parto para las mujeres que han recibido atención quiropráctica durante su embarazo. De hecho, puede ayudar a reducir la cantidad de tiempo que está de parto. Además, la atención quiropráctica regular durante el embarazo puede ofrecer los siguientes beneficios:
- Ayudar a mantener un embarazo más saludable y cómodo
- Aliviar el dolor de espalda, cuello, caderas y articulaciones
- Ayuda a controlar los síntomas de las náuseas
- Prevención de un posible parto por cesárea
Dolores con los que puede toparse una embarazada:
– Dolor del nervio ciático: La hipertonicidad de los músculos glúteos y los rotadores externos profundos pueden irritar o comprimir el nervio ciático durante el embarazo
– Dolor sacroilíaco: La laxitud de los ligamentos causada por cambios hormonales durante el embarazo permite que estas articulaciones sacroilíacas tradicionalmente estables y principalmente que soportan peso se muevan y cambien. Este aumento de la movilidad ejerce presión sobre los ligamentos y músculos puede causar dolor.
– Dolor en la sínfisis púbica: Durante el embarazo, la hormona relaxina permite que los ligamentos que estabilizan la articulación de la sínfisis púbica se relajen y, por lo tanto, permite que la articulación se mueva y se separe. Esta condición produce dolor y limitación de la movilidad.
– Dolor de ligamento redondo: A medida que el útero crece, los ligamentos redondos también se estiran y pueden causar un dolor agudo en cualquier lado del abdomen o en los sitios de unión de los ligamentos cerca de los huesos púbicos o labios. Se ha demostrado que la atención quiropráctica y la educación del paciente como parte de un equipo integral de atención prenatal tienen un mayor beneficio para las pacientes embarazadas que la atención tradicional por sí sola. Educar a estas pacientes como parte de su plan de tratamiento ayuda a informarlas y empoderarlas para comprender mejor lo que ocurre dentro de sus cuerpos.