¿Cómo el cuidado preventivo de la salud puede mejorar el proceso de envejecimiento y la calidad de vida en edades avanzadas?
¿Cuándo empezamos a ser conscientes de que envejecemos?
El envejecimiento es un proceso biológico y natural al que estamos obligados a enfrentarnos.
Estudios recientes demuestran que dicho proceso comienza metabólicamente a los 34 años de edad. Sin embargo, no solemos pensar en ello ni en su posible influencia sobre nuestra calidad de vida hasta que el cuerpo empieza a mostrar señales de deterioro como dolores musculares, en las articulaciones o molestias crónicas de diferente índole.
Es por ello que cada vez más personas buscan mejorar sus hábitos y estilos de vida de una forma proactiva y centrada en la salud, con el objetivo no solo de mejorar su bienestar sino también de alargar su esperanza de vida. A este concepto se le conoce como envejecimiento activo.
Sin embargo, el problema radica en que se comienzan a adoptar estas medidas cuando no se emplearon métodos preventivos efectivos en la niñez y la edad adulta temprana. La falta de cuidado y buenos hábitos en edades tempranas aceleran exponencialmente el proceso de envejecimiento así como la manifestación de dolencias asociadas que merman la calidad de vida.
Esta carencia de buenos hábitos está sostenida por un sistema de salud que pone el foco en el cuidado sintomático y de emergencia, dejando al margen el aspecto preventivo de la salud que a largo plazo sería capaz de mejorar el estado de salud general de la población y optimizar los recursos sanitarios necesarios.
La quiropráctica: un pilar imprescindible para envejecer con salud
La mayoría de la población asocia el concepto de envejecimiento activo a un estilo de vida saludable apoyado únicamente en 2 pilares:
- Buenos hábitos alimenticios
- Rutinas de actividad física apropiadas para cada edad
Pero existe un TERCER PILAR fundamental para mantener en estado óptimo el centro de bienestar de nuestro organismo, que no es otro que la columna vertebral. Este pilar imprescindible es LA QUIROPRÁCTICA.
La quiropráctica es un método natural de recuperación, optimización y mantenimiento de la salud. Esta disciplina no invasiva se ocupa principalmente del diagnóstico, tratamiento y prevención de los desajustes mecánicos de las vértebras así como sus posibles efectos sobre el sistema nervioso y la salud general.
En general los pacientes que acuden a un centro quiropráctico sufren dolor, principalmente cervical, ciático, lumbar, migrañas, hernia discal, etc. La quiropráctica ha demostrado muy buenos resultados en el tratamiento de estas dolencias.
No obstante, el tratamiento quiropráctico va mucho más allá de eso, ya que no se limita solo a tratar síntomas sino que busca eliminar la raíz del problema. El ser humano es un organismo autoregenerativo, es decir, que tiene el poder de curarse a sí mismo. Cuando la fuerza vital que transporta el sistema nervioso fluye correctamente a través del mismo, sin interrupción, sin interferencias, nos podemos beneficiar de un 100% de expresión vital, es decir, mantenernos en buena salud o recuperarla. Y eso se consigue solamente cuando el sistema nervioso está equilibrado permitiendo el flujo de información a cada célula del cuerpo sin interrupción.
En todo este contexto, la misión de la quiropráctica es mantener o recuperar un estado sin interferencias del sistema nervioso que permita un funcionamiento óptimo de nuestro cuerpo y facilite el poder autocurativo que nuestro propio organismo tiene.
Los “Baby Boomers”: pioneros en envejecer saludablemente
La falta de cuidado preventivo se aprecia más en unas generaciones que en otras. Por ejemplo, la generación conocida como los “Baby Boomers”, que comprende aquellas personas que nacieron entre los años 1946 y 1964 y que actualmente están entre los 50 y 70 años de edad, se han caracterizado por ser trabajadores productivos y por enfocar la mayoría de su tiempo en el desempeño profesional. Esta generación aunque admirable por su compromiso profesional y su contribución al crecimiento de nuestra sociedad, dedicó la mayor parte de su tiempo a trabajar de forma intensa, sacrificando en muchas ocasiones tiempo para sí mismos y para su salud. Y son estas personas precisamente las que se enfrentan a más dificultades durante su proceso de envejecimiento, intentando mejorar sus condiciones de salud una vez que se adentran en la etapa de deterioro físico propia de este proceso. Es por ello que los “Baby Boomers” son la primera generación que ha comenzado a definir el concepto de envejecer saludablemente.
La quiropráctica es uno de los métodos normalmente utilizados por los “Baby Boomers” para recuperar y mejorar su estado de salud sin necesidad de medicamentos o intervenciones quirúrgicas, afectados por las siguientes dolencias:
- Osteoartritis y artrosis
- Dolor cervical
- Lumbalgia y ciática
- Hernias discales
- Insomnio
- Migrañas
- Mareos, vértigos y dolor de cabeza
- Estrés
- Fibromialgia
- Dolores y espasmos musculares
- Falta de energía
- Entumecimiento de extremidades superiores e inferiores
Dichas dolencias son producidas por desajustes vertebrales llamados subluxaciones que interfieren con el sistema nervioso. La quiropráctica se centra en detectar dichas subluxaciones y eliminarlas para devolver el funcionamiento óptimo al sistema nervioso.
La detección temprana de estas subluxaciones vertebrales, puede ser uno de los métodos más efectivos de prevención para la salud que puede obtener una persona, además de mantener buenos hábitos de ejercicio y alimentación. No obstante, el paciente que ya experimenta condiciones de salud crónicas también puede beneficiarse del cuidado quiropráctico.
El tratamiento quiropráctico no tan solo ofrece movilidad y flexibilidad a la columna vertebral o alivio de los síntomas asociados, sino que también optimiza el funcionamiento general del organismo, evitando recaídas y el posible desarrollo de futuras complicaciones de salud.