Además de un sistema nervioso equilibrado, es imprescindible tener un riego de sangre al cerebro que sea correcto especialmente después de los 50 años.
A partir de esta edad, la fuerza de la gravedad hace que todo se comprima, perdemos altura. La mayor presión se produce sobre la primera vértebra cervical. En esta zona, arropadas por los discos vertebrales pasan las arterias cervicales responsables del flujo sanguíneo directo desde el corazón hasta el cerebro.
El movimiento y desajuste de la primera cervical, el cual se acentúa con la edad, va a provocar un pinzamiento de la arteria que influirá a que el riego de sangre no se realice correctamente.
Entonces la persona empezará a sufrir pérdida de memoria, vértigos, dolor de cabeza, insomnio, y en general experimentará un factor de envejecimiento mucho más rápido de lo previsto.
Por ello, los ajustes cervicales son casi imprescindibles a partir de los 50 años (o antes si por diferentes razones se carga en exceso la espalda) para garantizar un estado de salud óptimo y un funcionamiento adecuado de nuestro sistema circulatorio hacia el cerebro, lo cual influirá en una mejor estado de salud general.
¿Quieres saber si tienes interferencias en tus arterias cervicales que puedan afectar a tu riego sanguíneo al cerebro?
Si todavía no has hecho tu chequeo espinal, este es el primer paso que debes dar para saberlo y tomar medidas que te permitirán evitar una aceleración de tu factor de envejecimiento y sus consecuencias para tu calidad de vida.